miércoles, 29 de enero de 2014

Última semana de Grease en Madrid


Rydell cerró este domingo sus puertas y una etapa en Madrid, el parón será breve al menos hasta que se despidan definitivamente el próximo día 10, y es que este jueves les tenemos ya instalados en Alicante, una de las poquitas ciudades que tendrá la suerte de que Grease llegue a su teatro por segunda vez. En un final de gira en el que los chicos, al igual que siempre, están poniendo todo de su parte para disfrutar cada función al máximo y hacer pasar el mejor rato posible a todos aquellos que tenemos la suerte de pasar esas dos horas y media con ellos, las que se hacen más cortas de lo que se puede imaginar por cierto :).

En uno de esos últimos días en el Nuevo Apolo, tal y como habíamos dicho que traeríamos información de primera mano, una servidora puso dirección Madrid. La ilusión era enorme por ver Grease una vez más (o un par de ellas) antes de que cierren gira, por conocer a los nuevos miembros del elenco, a algunas de las maravillosas personitas que se conocen gracias a la admiración de los componentes de la mejor compañía del mundo mundial y al amor por el teatro. Y ya para terminar de cumplir un sueño, con unas ganas inmensas de ver a Marta como Cha-cha.

Siempre agradecemos a quienes comparten la experiencia con nosotros y ahora que toca compartir la nuestra me gustaría hacerlo de la mejor forma posible aunque no sé ni por dónde empezar. Creo que en primer lugar lo haré pidiendo disculpas por las cosillas que “fallaron” y luego desde el principio de los tiempos intentaré contar todo lo que fue mejor que bien. Ante todo pediros disculpas por no traer todas las imágenes y videos que hubiésemos querido, problemillas técnicos hicieron perder parte de la información pero gracias a la estupenda compañía de mi día en Rydell sí que traeremos cositas que esperemos os gusten. Y en segundo lugar, aunque intentamos llevar a Marta todo el cariño del mundo supongo que los nervios y la ilusión de momento no permitieron decirle ni la mitad de las cosas que nos hubiese gustado, en definitiva, y porque siempre es buen momento para hacerlo, sólo queríamos que supiese que aunque nos encanta como Frenchy y siempre será nuestra esteticieeeeen, verla como Cha-cha fue increíble, que sabemos que puede conseguir lo que quiera pero que siempre tendrá su lugar bailando sobre un escenario, y en nuestros corazones otro aún más grande. Y que GRACIAS por todo lo que transmite en un escenario y porque como los grandes artistas, es aún más grande cuando baja de él.

Pero bueno, aunque no sepa muy bien cómo hacerlo, voy a intentar contaros todas las cosas bonitas vividas en esta experiencia greasera. Empezaré contando que alguien que me conoce muy bien me dijo, cuando supo que sólo tenía un día para ir ver Grease y volver, que el jueves sería un gran día, así que dicho y hecho, madrugón y a hacer kilómetros dirección Madrid. Una vez allí, aunque lo sabía, me volví a dar cuenta de la gente tan maravillosa que se conoce gracias a Marta, a Grease y al mundo del teatro (gracias chicas por hacer tan especial esta breve visita :) ).

Nada más llegar a Tirso de Molina y ver el enorme cartel de Grease el ánimo cambia, los que habéis estado allí o en cualquier otro teatro lo sabéis, nada más acercarse el momento de entrar a Rydell se olvidan problemas y cansancio, asoma una sonrisa y todo se ve más “color de rosa”.


También en la plaza, a las puertas del Nuevo Apolo, había un señor que vendía gatitos de juguete de esos pequeñitos que funcionan a pilas, y será que Marina twittea mucho lo que echa de menos a la Cuchifrina o no sé qué pero nada más verlos pensé en ella, os cuento esto, y espero que los chicos nos disculpen la intromisión, porque a los pocos minutos, mientras esperábamos a que abriesen el teatro vimos a sus compis regalándole uno con las consiguientes risas de Marina y de algunos más que contemplábamos la escena. Anécdota de la espera que incluimos porque con el bueno rollo que se ve entre los chicos se hace difícil pensar que muy prontito cerrarán esta etapa en Rydell, pero todos también sabemos que toda historia (por bonita que sea) tiene un principio y un final, que quizá sus caminos se separen pero que seguro llegarán nuevos proyectos que les sigan haciendo crecer como artistas y personas (si es que pueden llegar a ser mejores aún) y que nuestros caminos y los suyos volverán a cruzarse. Y una vez superado el momento “uy! Que esto acaba pronto”, aunque seguro nos hacen aún disfrutar un montón antes de despedidas, seguimos con la experiencia greasera, que he escrito un montón y aún no hemos entrado en Rydell!!

Antes de entrar también supimos que ese día nuestro Vince Fontaine, Jose, libraba. Aun así agradecerle desde aquí que tuviese un momentito para saludarnos, como ya le dije, para mí era una alegría saber que después de tantas visitas a Rydell vería por fin a Noli en el escenario, pero espero tener la oportunidad de volver a verle en su cabina con sus discos dedicados y que su hipogrito huracanado me despeine una vez más antes de ponerle punto y final a la gira.

Una vez apagadas las luces del teatro, y nada más ver salir a Marta junto con el resto de bailarines por la puerta lateral muy cerca de donde estábamos, tengo que reconocer que me pasó algo que, no me sorprendió en absoluto puesto que no era la primera vez, pero que me hace siempre quedarme con la sensación de no enterarme muy bien de todo lo que sucede en Rydell. Sí, lo reconozco, me cuesta dejar de mirarla, pensaba que era sólo al bailar, pero al no querer perderme nada de ella como Cha-cha, me di cuenta de que no, no es sólo cuando baila, es su expresividad siempre lo que hace que tenga que “esforzarme” en atender a todo lo demás :).

Los primeros minutos en Rydell, además de para redescubrir a Marta como bailarina y volver a caer a sus pies, también trajeron consigo otro gran descubrimiento: Jorge. En mis anteriores visitas a Grease siempre había coincidido con el mismo Danny Zuko (gran Danny Zuko, todo hay que decirlo) y suponía que se me haría raro ver a alguien diferente en su papel. La verdad es que sí que se me hizo, pero raro bien :), quiero decir, que salí con una opinión inmejorable de él, por una sencilla razón, no me gustó ni más ni menos que el anterior, me encantó el hecho de hacer suyo el personaje, el Danny a su manera, con un punto justo de chulería y ternura. Si a eso le unimos una bonita voz, un buen baile, y una enorme sonrisa acompañada de una amabilidad infinita al salir del teatro sólo me queda repetir lo mismo que le dije en la puerta: ojalá volvamos a coincidir.


Pero no fue la única sorpresa grata de la noche, en la primera ocasión de disfrutar de Grease tras los últimos cambios en el elenco, fue un auténtico placer ver en acción a la nueva Rizzo, Eva Manjón, que con una voz espectacular y una presencia maravillosa en el escenario cautivó al público prácticamente desde el minuto uno. Junto a ella, Albert, además de ponernos en pie al ritmo del “Greased Lightning” con una energía desbordante, nos mostró un Kenickie espectacular.
Marta Arteta, una Sandy más que creíble, nos emocionó con su interpretación del “Vivo enamorada de ti”.
Y muchos de los chicos que ya creíamos conocer, volvieron a sorprendernos y a dejarnos con ganas de quedarnos a vivir en Rydell, para descubrir cada día algo nuevo en ellos. Marina y Dídac nos regalaron quizá el momento más tierno de la noche, es realmente bonito verles cantar juntos “Se ha aguado la fiesta”. Pero bueno, no podíamos esperar otra cosa del Doody más dulce que puede haber y de nuestra adorable Jan, que lo mismo se nos pone tierna que nos hace sonreír cada vez que cogemos el cepillo para tener “dientes, dientes limpios, dientes, dientes, sanos” :).
Esther fue una vez más una Marty genial, Bernat volvió a hacernos pasar una noche divertidísima convertido en Sony, Sergio y Júlia, nuestros Éugene y Patty se ganaron a todo el mundo a golpe de risa como cada función…
(Hacemos aquí un pequeño inciso para felicitar el cumpleaños a dos de nuestros T-Birds, Bernat y Dídac, que esta semana soplaron velitas en el Nuevo Apolo, un año más de los muchos que esperemos están por venir en el teatro. Felicidades artistas!!)

En definitiva, vivimos una noche inolvidable en la que un grupo de actores maravillosos acompañados por un cuerpo de baile espectacular y amenizados con la mejor música en directo, nos trasladaron de nuevo a nuestra época de instituto, nos hicieron bailar, reír y emocionarnos. Y nos dejaron con esa sonrisota en la cara, que varios días después nos hace ver la vida con un optimismo necesario en estos tiempos. Así que sólo podemos darles un enorme GRACIAS por permitirnos disfrutar de su talento, de su saber hacer y de ese algo especial que tienen y que se ha ganado nuestra admiración dentro de Rydell y allí donde sus caminos les lleven.


Si a estas alturas, aún seguís leyéndome aceptadlo: Marta se ha hecho un huequecito enorme en vuestro corazón. Si he dejado para el final sus “personajes” es porque se me hace difícil encontrar la forma de transmitir todo lo visto y vivido en el Nuevo Apolo. Creo que nunca podré agradecer lo suficiente, y creedme que llevo días intentándolo, la oportunidad de verla como Cha-cha.
Aunque claro, eso trajo consigo también un cambio de esteticieeeen, y la verdad, Silvia Álvarez hace una Frenchy realmente bonita de ver, quizá faltó un poquito para llegar a la expresividad, la inocencia y la ingenuidad que nos regala Marta, además su voz le da un encanto especial al personaje que costó encontrar, pero es que Marta es mucha Frenchy :). Aun así tras tan poco tiempo haciendo de Frenchy nuestro reconocimiento al trabajo de Silvia.

Y bueno, como os decía antes, desde que Marta pisó el patio de butacas, si, no hizo falta llegar al escenario, ya fue difícil quitarle la vista de encima. Muchas veces antes me habían hecho la misma pregunta: ¿no prefieres verla como Frenchy que el personaje sale durante toda la función? Si, si que adoro verla como Frenchy, pero…. ¿alguien de por aquí no pasaría encantado la hora de antes de que “aparezca” su personaje viéndola bailar?
Pues eso es lo que pasó durante la primera parte de Grease, tuvimos la oportunidad, en mi caso en la misma ciudad que la vez anterior, de ver a Marta de nuevo como bailarina. Enfundada en su falda de vuelo, alegre, divertida, pizpireta, con un punto entrañable de dulzura, elegante hasta con una toalla, derrochando energía enfundada en su mono en el “Greased Lightning”, la más coqueta con los chicos y con unas caritas para enmarcar ensayando con Patty llegamos al descanso casi sin darnos cuenta, mientras la ilusión y las ganas de que llegase el momento del baile iban a más.

Y llegado el momento cualquier expectativa se quedó muuuuuy corta, nos lo habían dicho y ya lo habíamos comentado por aquí, si, quizá la más “basta”, “bruta” o “barriobajera” de las Cha-chas que conocíamos en Rydell, pero completamente espectacular, Marta se come la cámara y el escenario. Si durante el resto de la función cuesta, en el momento baile es imposible dejar de mirarla, es sencillamente genial, así que volvimos a casa con la misma duda que nos asalta siempre: ¿qué pasaría entre Danny y Sandy en la playa para que corriese tras ella dejando allí plantada a tremenda Cha-cha?

Por suerte, el “desengaño” le dura poco, y el final de Grease nos permitió disfrutar de un sensual angelito capaz de subir la temperatura del cielo hasta equipararla con la del infierno. Al ritmo del “No seas tonta”, echamos de menos escuchar de la voz de Marta frases como “Oiga usted, señor… ángel, una preguntita nada más, con todo este rollo… ¿qué ha querido usted decirme?” o el “Muy monas sus secretarias… y muy eficientes”, pero a cambio pudimos ver a la “secretaria” más bonita de todas :). Para despedir la noche de nuevo sin quitarle ojo de nuevo a la bailarina más coqueta de Rydell y escuchando un “Unidos para siempre” que cada vez parece tomar un mayor sentido.
Una vez más viendo a Marta, su forma de moverse, su expresividad y su capacidad de transmitir todo sobre un escenario nos fuimos a casa pensando que lo que hacen es fácil. Pero no nos engañemos, deberían poner un cartelito como en los experimentos de la tele advirtiendo que no deberíamos intentarlo en casa y menos sin la supervisión de un profesional ;).


Por eso, y ya para acabar hoy, sólo nos queda agradecer a todos los componentes de esta maravillosa compañía los momentos tan bonitos que nos ofrecen.

Y sobre todo a Marta, además de las cosas tan maravillosas que nos regala sobre un escenario, su amabilidad y cercanía, de verdad que no se puede ser más cariñosa y bonita fuera. GRACIAS por el ratito que compartiste con nosotras Marta, GRACIAS por cómo eres, y como con los nervios seguro que no te dijimos ni la mitad de las cosas que se nos amontonaban en la cabecita…. Enhorabuena por tu trabajo, todas las veces que “te soñamos” como Cha-cha han sido superadas por una realidad maravillosa, ojalá tras esta etapa se abra un futuro lleno de proyectos que te hagan feliz, sobre las tablas de un escenario siempre tendrás tu lugar y nosotros estaremos a tu lado. Poco más que añadir, diría que yo como Danny Zuko, pero no, mucho más que Danny Zuko porque a él sólo le dura un rato, en mi caso, desde hace tiempo y para siempre… a tus pies.


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