Entre la preocupación y la ternura que despierta en Fe su nuevo (y pequeñito) compañero de aventuras hemos pasado estos días por Puente Viejo. Días en los que, alternando capítulos de fugaces apariciones de Marta con otras en las que nos han dejado disfrutar algo más de su talento, nos han dado una muestra más del motivo por el cual el maravilloso trabajo de nuestra pelirroja es una razón de peso para no quitarle ojo a las tardes de Antena 3, de como se puede transmitir mucho con muy poco y de como se puede llenar hasta el momento más complicado con un poco del encanto que ella derrocha allá por donde va.
Quizá cuando llegó, hace ya casi un año, no imaginábamos (y no porque dudásemos de su talento) que aquella doncella que llegaba a la sombra de Fulgencio y Bernarda se encargaría de llenar de luz y magia cada estancia por la que pasa. Pero pasado este tiempo, y tras haber formado parte de algunas de las historias más especiales de la serie, ya hasta puede dar consejos a los "recién llegados" como ese ama de cría, que un principio parecía que sería la salvación del pequeño Beltrán, y que nos dejó ver ese "hecho inédito" casi, aunque últimamente se repite hasta con cierta frecuencia, que es ver sonreír a la señá junto a una pelirroja que le tiene el corazón robado también a ella (lo reconozca o no)....
Mucho más relajada, tras ver comer al bebé aunque fuese un poquito, la encontrábamos, como siempre, atendiendo con toda la amabilidad que la caracteriza al resto de mujeres que se acercaban a La Casona a ofrecer sus servicios. Y también a un hombretón que no desaprovecha la oportunidad de pasar un momento con ella, de intentar disipar sus preocupaciones o compartir confidencias, aunque discrepen sobre la "suerte" del señito y nuestra Fe siga recelando de la actitud de un capataz algo "rarito", pero es que si fuese normal estaría bebiendo los vientos por la pelirroja y no ocultando sus sentimientos tras esa fachada de tipo duro ¿no creéis?
Eso si, además de ser la alegría y la sonrisa más bonita que ha pasado por Puente Viejo, el estar pendiente siempre de todo el mundo le lleva a tener que ser a veces portadora de malas noticias, y es que la tranquilidad de ver que el pequeñajo se alimentaba, como todos los momentos de felicidad por Puente Viejo fue algo más bien efímero....
Dispuesto a sacar a su hijo adelante de la forma que fuese solicitaba don Bosco la ayuda de la doncella más bonica y resalá del lugar, y aunque sorprendida porque esos momentos son para vivirlos junto a la "madre" del pequeño y no junto a una criada por más apañá que sea, se sentaba nuestra Fe a colmar de mimos y atenciones al bebito y a llenar de ternura una estancia como es el salón de La Casona que no suele albergar muy buenos momentos si no van acompañados de un halo pelirrojo.
Y aunque la intención no puede ser mejor, si que la señá quizá no ande muy errada al advertir a ambos de lo contraproducente que puede ser el trapito y el agua, por eso, al menos en principio, nuestra doncella parecía dispuesta a obedecerla y a hacer cierta una vez más esa frase del hombretón (que no nos descubre nada nuevo) al decir que nuestra Fe es buena chica.
Buena chica, y obediente a más no poder, acatando las órdenes de la señita Amalia se saltaba las de la doña, para dar un poquito de sustento a un pequeñito que, alejado de los brazos de su mamá, no ha podido encontrar otros mejores para que le acunen, la delicadeza y el cariño con el que Fe trata al bebé, nos recuerdan otras historias que ha protagonizado, su estrecha relación Mariana, la amistad con el pajarillo, su implicación con la señita María (historias que aunque nos hubiese gustado que no acabasen con esa sensación de abandono, de dejarla sola, porque no lo está, nos han ganado el corazón por completo). Y al parecer no han dejado demasiado herido el de nuestra Fe que aún está dispuesta a dejarlo abierto para todo aquel que quiera alojarse en él....
Y una muestra más del cariño inmenso que se ha ganado nuestra Fe de todos los habitantes de Puente Viejo, es el gesto de despedida de la señita Aurora al marchar tras renocer al pequeño. Gesto que no extraña nada y es que la ternura con la que trata y mira al pequeño y a todo aquel que le rodea hace que más cariño se tome aún a una doncella que, quizá no tenga una madrina rica que la colme de caprichos, pero si a un montón de personitas que han caído rendidas a sus pies y ante el buen hacer de Marta.
Y derrochando dulzura, sin necesitar almíbar y casi sin darnos cuenta, llegaba el final de la semana, con una Fe dispuesta a sacar adelante al rorro, a acercarse y empatizar con un señito al que le une la añoranza por una morena con la que por suerte se reencontrará muy pronto....
A la espera que llegue ese momento, y otros muchos para disfrutar del arte y la magia de Marta, acabamos este rinconcito, no sin felicitarla y reconocer, una semana más su buen hacer, y sin invitaos a que disfrutéis de su trabajo una vez más clicando en nuestro resumen semanal.
Marta en El Secreto de Puente Viejo por fansmartatomasa
No hay comentarios:
Publicar un comentario