Dicen que la vida sin locuras no es vida, y si no lo dicen pues me invento yo, jeje. Así que eso hice, prácticamente sin pensarlo decidí tomar rumbo a Barcelona y vivir un momento inolvidable, pero para contarlo mejor desde el principio ¿no? Pues agarraros que vienen curvas.
No sé si fue cosa del destino o no, pero sí que sé que las cosas pasan por algo, y una de ellas fue que en mi camino se cruzara una personita muy especial, que fue la que me abrió los ojos de par en par para que yo me diera cuenta de lo mucho que vale Marta, y a día de hoy la admiro muchísimo por todo ese talento y arte que derrocha tanto detrás de la pantalla como en las tablas. Y aunque en esta ocasión en las tablas no estuviera de manera presencial, (ya que no nos deleitó con todo ese arte) sí que lo hizo con una maravillosa coreo que fue un gran aliciente para que yo me aventurará en decidir tomar un tren rumbo a Barcelona.
Barcelona me recibió a las 8 de la tarde (no se puede llegar antes, si no las locuras no serían tan locuras), y en la estación me esperaba otra personita muy especial Pilar (que para mí hasta ese momento era mi tocaya), corre que te corre fuimos rumbo a Avenida de Paralel 67, Sala Barts, para poder disfrutar de la última función "de mierda".
Como sin prisas la vida no se vive igual (otro invento mío), donde íbamos a cenar conocí a Jazmín y a María, pero en vez de cenar algo engullimos como patos, porque claro todo no se puede hacer en una hora de reloj... ¡me encanta el riesgo!
Sobre las 21.20 aproximadamente (yo echa un flancito de nervios) entrábamos en el teatro, para recoger las entradas para ver la "mierda de función". Entradas que me tocaron (por segunda vez) en un concurso de Facebook en el que participe por la cabezonería de la persona que me abrió los ojos respecto a la maravillosa pelirroja.
Con las entradas en la mano y viendo que nos había tocado en la segunda fila (nada más y nada menos), en cuando abrieron las puertas solo tenía un objetivo: DISFRUTAR(en la medida de lo posible ya que catalán no lo entiendo al 100%) del maravilloso musical que en unos minutos iba a comenzar ante mis ojos.
Una vocecita comenzó a hablar era Enrico (Jordi Coll) haciendo una especie de subasta, en la que unas buenas risas cayeron y de ahí hasta el final una magia que solo allí se puede encontrar me envolvió y disfrute como una enana con `papes´ nuevos.
Lo que es ver la función de "Merda de Artista" no se puede contar con palabras, porque es todo tan maravilloso, con sus coreografías (normal si las montó la pelirroja más bonica del mundo), sus voces que te atrapan y esa gracia que tienen todos los maravillosos actores (para mi desconocidos todos en las tablas) que solo se puede decir ¡Valencia os espera!
Pero si no fue poco el vivir esos momentos de risa y magia dentro de la sala Barts, la salida no se quedó atrás, yo fui a Barcelona con encargos y esos encargos los tenía que cumplir (llevaba hasta una lista y no es broma). No sabía que los artistas nos esperaban a la salida para hacerse unas fotos, o firmarnos.. ¡Anonadada me quedé! pero si, así que fui a acometer uno de mis primeros encargos, comprar un "CD de mierda" y que lo firmaran los chicos para posteriormente fuera a parar en las manos del ganador de concurso que se hizo en la página de fans de Marta.
Un poquito de vergüenza pase (no lo voy a negar) ya que como he dicho anteriormente no entiendo muy bien el catalán, me acerque yo toda animada a comprar el CD, momento en que todos aplaudieron y dije... ¡me perdido! pero luego vino algo mejor... la chica (con los actores detrás) me dijo que valía 10 € y que no tenía cambio (o algo así) y yo con mi billete de 20 € tan a gusto, hasta que Jordi Coll me saco de ese brete y me lo aclaró, tuve que esperar para coger ese "CD de mierda" pero mi objetivo fue cumplido, CD comprado y firmado por todos y cada uno de los chicos de "mierda" que amablemente y con mi enhorabuena por delante me echaron un autógrafo ¡que salaos todos! ¡¡Gracias!!
Pero ese no era mi único objetivo de la noche, también tenía que entregar una florecilla a otra florecilla aún más bonita, así que ni corta ni perezosa, al no ver a la pelirroja en la parte de fuera, me acerqué a Jordi para que me aclarara donde estaba la florecilla y en su busca fui, ¡más mona no puede ser! Marta me recibió con los brazos más que abiertos, se alegró de verme y le sorprendió que le llegara otro regalito de parte de la persona que más la admira (sin contar su familia y demás), me dió un buen abrazote y me regaló muchas de esas sonrisas tan bonitas que tiene (lo intento contar pero me faltan palabras), y como no podía faltar una buena fotito con Marta y su regalito.
Solo iba a estar pisando Barcelona 5 horas de reloj, y sin darme cuenta ya tenía que poner rumbo a estación Nord o me quedaba en tierra y no volvía a Zaragoza, y así fue las "4 marias" pusimos rumbo a la estación comentando la jugada del día y yo agradeciendo al destino, o lo que sea que controla nuestros pasos, que los míos los guiara ese día por Barcelona rodeada de gente que hasta ese día eran desconocidas, pero llevándome 3 amigas en el bolsillo y sobre todo una maravillosa experiencia de la que no me pienso olvidar.
No sé si a alguien le habrá pasado lo mismo que a mí... (raro sería) pero si es así, y os quedáis con ganas de más, la mejor forma de remediarlo es poner rumbo a Valencia lo mismo da que sea el día 30, el 31 o el 1 de febrero, ya que la máxima diversión está garantizada, ¿por qué? porque allí estará ese "musical de mierda", si en el teatro Flumen, y además de disfrutar de ese pedazo de musical (que recomiendo 100 %) podréis disfrutar de una Sofía única y especial que no puede ser otra que la pelirroja más bonica de todas, y que consigue iluminar ella solica el lugar donde se encuentra, y ya, para rematar, si vais acompañados de personas especiales (que es lo que yo haría) yo creo que conseguiréis que ese viaje sea inolvidable.
¡Hasta aquí puedo leer! No desaprovechéis la oportunidad, si no os arrepentiréis ;)
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