sábado, 20 de junio de 2015

Semana del 15 al 19 de Junio por Puente Viejo


En una semana en la que las preocupaciones han ido invadiendo La Casona, y casi privándonos de la bonita sonrisa de nuestra pelirroja, el talento de Marta ha compensado con creces estas tardes de "disgustos" e incertidumbre. Y es que es maravilloso disfrutar de su alegría contagiosa, pero también es muy bonito emocionarse con ella y dejarse invadir por esa oleada de sentimientos que nos transmite cada uno de sus gestos y miradas...


Ya la escena del viernes anterior nos permitía comprender a la perfección el cambio que en los últimos tiempos había sufrido el ánimo de nuestra doncella favorita, y su preocupación por el dinero, que como imaginábamos no era por ambición sino por necesidad. Por eso empezaba el lunes realmente inquieta en la cocina, a pesar de ello, la señora no se equivocó al elegirla para sustituir a Mariana a cargo del servicio, y, aunque quizá ella era quien más necesitaba respuestas por parte del capataz, se encargaba de calmar a sus muchachas y de animarlas a resolver sus dudas. Dudas que pronto quedarían resueltas con la peor de las noticias, esa semana no cobrarían el jornal.


Quizá porque sabía lo importante que era para su pelirroja ese dinero, el capataz tenía una noticia para darle en cuanto marcharon las muchachas, la "señora" había querido premiar su trabajo y su lealtad pagándole de forma excepcional sólo a ella su salario, dejándonos una de las sonrisas más bonitas de la semana. La tranquilidad que por el momento le proporcionaba tener a su familiar bien atendido, la recompensa al trabajo bien hecho, y la cercanía de su hombretón sacaban toda la dulzura y el encanto de Fe, para emocionada plantarle un beso y marchar a enviar ese dinero a quien tanta falta le hace....


Agradecida, que lo es y mucho además, una doncella tan bonica se dirigía al despacho de la señá a reconocerle el gesto, y como siempre, hasta en los momentos más complicados, la gracia tan natural que Marta le da Fe nos dejaban momentos divertidos, al menos, hasta que las respuestas de la doña hacían entender a Fe, que los cuartos recibidos no provenían de su bolsillo, entre otros motivos, porque sus bolsillos ahora están vacíos.


Enfadada por la mentira, desilusionada quizá por no ser tan especial como el hombretón le había hecho creer, "avergonzada" ante el hecho de haber necesitado la ayuda del hombretón o tal vez sintiéndose mal por quedarse con su dinero, el "agradecimiento" de nuestra pelirroja quizá no fuese el más acertado, aunque si comprensible, ante una personajilla que lo está pasando mal y que además se siente engañada. Por eso marchaba molesto el hombretón aunque no tardase mucho en comprenderla....


Pero ¿cómo no iba a comprenderla?, ¿o a dejar de lado diferencias?, si ella ya se había olvidado de todo el enfado y le esperaba con los brazos abiertos para curar las magulladuras de unos cachiporrazos que, de momento, no han llegado. Porque entre el capataz y la doncella hay un algo mucho más especial que esas diferencias, volvían las confidencias a la cocina, las medias sonrisas (que no estamos para sonrisas completas) de agradecimiento y los buenos consejos que dan la sincera preocupación y estima que sienten el uno por el otro y que quizá les permita salir lo más airosos posible de una situación tan complicada.


Y si complicada era por esos entonces, sólo podía ir a peor con los nervios de la señora ante la preocupación por una fiesta que no llegaría a celebrarse. Allí una vez más perdía las formas frente a un servicio, que ahora además no paga. Pero si recordáis cuando fue nombrada gobernanta, el capataz le dijo que podía con eso y con más y lo ha superado con creces. Porque hay que tener muchos arrestos para seguir siendo el pilar en el que se apoyan sus compañeras de faena, y además dar la cara por ellas de la forma en que Fe lo hizo ante la doña cuando ella ya tenía resuelto al menos el jornal de la semana. Pero es que de no ser así no sería nuestra pelirroja, decidida, valiente, justa y con un corazón que no le cabe en ese cuerpecito y que se ha ganado el nuestro por completo.


Eso si, buscando los arrestos necesarios para afrontarla, nuestra doncella no es ajena a una situación que se complica por La Casona a cada minuto que pasa. Y a pesar de esbozar alguna sonrisa cómplice con el hombretón hablando de las viandas escondidas, el desánimo acabó apareciendo, o más que desánimo, el temor a tener que despedirse de la faena y la tristeza que conllevaría dejar atrás cosas tan importantes para ella, entre ellas un señor con barba, para el que también pintan bastos pero que tiene siempre un poquito de aliento que dar a esa moza tan bonita y que además, recibe como recompensa, el esfuerzo por su parte de creer o al menos hacer ver que confía en que todo irá bien...


En un intento de salir del ambiente sombrío de la guarida de la doña, se plantaba de visita en la granja de Mariana y Nicolás, allí nuestra cosa bonita y una de las morenas más bonicas que han pasado por Puente Viejo, nos dejaban una vez más muestra de la amistad tan linda que se forjó entre los fogones de La Casona. Momentos de cariños y confidencias que no terminaban de calmar el ánimo de nuestra pelirroja. Por si fueran poco las penurias económicas, Mariana desvelaba a Fe la existencia de dos "frescas" o dicho más finamente de dos pretendientas para el hombretón y dejaba a nuestra doncella con la mosca tras la oreja sobre si el capataz es el confidente más adecuado.


Y con ese enfado, que podemos llamar celillos, o desconfianza en general con respecto al hombretón, afrontaba nuestra Fe la petición por su parte de que se ausentase de la reunión de la doña con sus empleados. Desconfianza que, una vez más parece que está dispuesta a dejar de lado, por ese algo que ha descubierto debajo de esa coraza y esa barba tras la que se esconden los sentimientos de Mauricio.
Ahora si no fuese por los avances, nos preguntaríamos ¿cumplirá el capataz su promesa? ¿encontrará la forma de que Fe tenga una fuente de ingresos para afrontar los pagos de la residencia? Leídos los avances visto está que si, otra cosa es que pueda hacerlo tan cerca como nos gustaría...


Sea lo que sea lo que esté por venir, no queríamos acabar por hoy sin hacer una pequeña reflexión dadas las discrepancias que leemos de tanto en tanto sobre si el hombretón es apropiado para Fe. Y es que es cierto que la señora saca lo peor de él, pero también lo es que nuestra pelirroja saca lo mejor (como de casi todo el que se acerca a ella), por ello se merece un margen de confianza para demostrar que la quiere de la única forma que se puede querer a alguien tan especial como ella, mucho y bien. Y por eso mismo, porque se hace querer tanto, no despedimos una semana en la que hemos escuchado eso de "visto está que no soy especial", sin decir que para nosotros la personita que le da vida si lo es y mucho, y por muchos motivos además, uno de ellos el talento que nos regala cada día y esas cosas tan bonitas que nos transmite su interpretación. Así que con este intento de recordarle a Marta lo mucho que vale nos despedimos por esta semana, agradeciéndole este trabajo tan maravilloso que nos ofrece cada tarde y que podéis disfrutar de nuevo en nuestro recopilatorio semanal. ¡Gracias bonica!


Marta en El Secreto de Puente Viejo por fansmartatomasa

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