La semana empezaba muy bien para la doncella más bonita de Puente Viejo, pero las sonrisas han ido desapareciendo en la misma medida que aparecían los cheques impagados de la señá, bueno al menos las suyas, porque para nosotros siempre es un placer disfrutar del maravilloso trabajo de Marta y de todo lo que su interpretación nos llega a transmitir....
Pero antes de los momentos más apesadumbrados de nuestra pelirroja, veíamos su bonita sonrisa al aparecer con la "llave" de las puertas a la libertad de su pajarillo. Tras arriesgarse, y no poco, conseguía dar con el nombre que buscaban, y así disfrutábamos de una bonita escena, llena de sonrisas, la de sincero agradecimiento por parte de Aurora y las nuestras ante las ocurrencias de una personajilla que no puede ser más resalá.
Pero no sería la única, y por eso, y a pesar del gesto serio que traía ante los nuevos centinelas que guardarían La Casona, veíamos su sonrisa traviesa y ruborizada ante los arrumacos que sin ningún pudor le regala la señá al señó... Y que casualmente son de los pocos que no se interrumpen por el pueblo.... :P
Aunque claro, tampoco nos extraña que lo mime tanto, si lo va a poner hecho un pincel con tantas medidas como le tomó el sastre ante la divertida mirada de nuestra doncella. Una doncella que no puede ser más bonica, y que no puede tener más arte, o mejor dicho, que gracias a un buen guión y al gran trabajo de Marta, se ha convertido en un personaje casi imprescindible en nuestras tardes... Y si gracia nos hizo ver como contemplaba la escena, mucho más su descaro a la hora de inmiscuirse en la conversación con la modista a ver si caía alguna faldita... Pero ya que no hubo suerte, sólo podemos decir que ella no necesita ser la primera en lucir los trapitos de la capital para ser la más bonita del lugar, que lo consigue cada día con su expresividad y el encanto y la magia que nuestra pelirroja le pone a esa doncella.
Y ante ella es difícil resistirse, como le pasa cada vez más al hombretón. Ante el desparpajo de una doncella tan curiosa como rebonica, se le hace cada vez más complicado no entrar al trapo en un tonteo que con frecuencia se ve interrumpido por la doña pero que nos deja grandes momentos de complicidad entre Mario y Marta...
Preocupándose por el capataz y compartiendo de nuevo charla en la cocina volvía a sorprenderles la señá (que como bien dice Fe, algo rarita si que está), en esta ocasión no sabemos si por necesitar las sales o por librarse de nuestra pelirroja para hablar con Mauricio, lo que nos lleva a preguntarnos cómo encajará Fe la realidad de su hombretón, o si en verdad la conoce y es más grande el sentimiento que alberga por él. Lo único cierto, al menos por el momento, es que cada vez están más cerca y que siempre es bonito verles compartir brindis, sonrisas y cruce de miradas, porque transmiten cosas muy lindas sin necesidad de decirse nada.
Pero no nos olvidemos, que aprovechando su paso por la cocina, también tenía un encargo para su doncella la señá: la limpieza de los armarios. La forma de contarle como se había deshecho de todo, de intentar de nuevo "agenciarse" unos trapitos nuevos, y de comparar su tipillo de sirena con las curvas de la doña, nos dejaron de nuevo un momento divertido, de disfrutar de esa vis cómica sin estridencias tan maravillosa que tiene Marta y que tantos buenos momentos nos ha ofrecido en este tiempo y esperamos que siga haciéndolo durante mucho más...
Y si mucho nos gusta esta faceta divertida y descara de Fe, no menos lo hace ese aspecto tierno y dulce como los bizcochitos (o como los bocaditos de nata) que tiene el personaje cuando la situación lo requiere. En este caso con la visita a su pajarillo para contarle que su amiga ya había cumplido con su cometido y que cada vez está más cerca de salir de una prisión en la que todo funciona demasiado lento para el gusto de nuestra pelirroja, pero de lo que pronto se olvida para deshacerse en sonrisas y mimos que alegren e iluminen un poquito los días de Inés en su oscura prisión.
Pero como os decíamos, las sonrisas han ido dando paso a un semblante mucho más sombrío, aún no sabemos si solo por la falta de dineros en La Casona o si hay algo más que esconde nuestra Fe, pero lo cierto es que la llegada del cartero empezó a oscurecer el ambiente en los dominios de una doña que no parecen ahora el lugar más idóneo para albergar una fiesta llena de invitados, sea cual sea el medio con el que confirmen su asistencia....
No solo en La Casona reinaba ese ambiente sombrío, si normalmente Fe llena la plaza de alegría y luz con cada una de sus sonrisas, también la invade un ambiente triste y de preocupación con el desasosiego de nuestra pelirroja, y eso es lo que hace grande a Marta como actriz, su capacidad para transmitirnos todo tipo de emociones a veces sin apenas decir nada. Todos ya sabíamos que el ánimo de nuestra doncella había mudado en cuanto dio los primeros pasos en silencio por la plaza, y si sumadas a esa expresividad llegaban las pocas ganas de seguir la charla insustancial con una señora alcaldesa poco empática, ya podían saltar las alarmas en torno a nuestra bonita doncella ¿qué nos la inquieta y nos la tiene tan apesadumbrada?
Aunque claro, no solo saltaban las nuestras, también las de un capataz, que en silencio y a su manera, bebe los vientos por la pelirroja. De ahí su curiosidad y su preocupación por el contenido de un sobre que desalienta tanto a Fe, y nos preguntamos ¿qué contendrá? ¿será sólo cuestión de dinero? ¿tendrá que ver con el hombretón? ¿o hay algo que debamos saber de nuestra doncella y aún habrá que esperar para hacerlo?
Sea lo que sea, por suerte (y aunque no sea el hombre perfecto o al menos la señora le haga no serlo) tiene a un capataz que se desvive por ella, que no le quita ojo nunca y menos aún cuando parece no estar bien, por eso volvían las confidencias a la cocina, donde Mauricio la instaba a contarle sus cuitas y conseguía que al menos en parte Fe abriese su corazoncito y contase su preocupación ante la situación económica de la señora, no sabemos si es el jornal, o a juzgar por la carita con la que miraba al hombretón la posibilidad de perder su trabajo y a su compañero de fatigas, pero lo cierto, es que para suavizar lo amargo de las últimas escenas, al final de esta el capataz conseguía algo que nosotros perseguimos día tras día "reconfortar" a una muchachita maravillosa, hacerla sentir bien y puestos a pedir, aunque sea mucho, hacerla sonreír de tanto en tanto....
Eso si, mucho nos tememos que los intentos de tranquilizar a nuestra pelirroja por parte del hombretón caigan en saco roto, contando con que Fe haya sido del todo sincera y sólo la atenace la falta de cuantos en su lugar de trabajo, poco ayuda a su sosiego que sigan llegando cheques sin cobrar (que nos permitan descubrir las dotes de adivino de Don Raimundo)...
Mientras esperamos que la sonrisa vuelva a la carita más linda de Puente Viejo, seguiremos disfrutando de la posibilidad de ver a Marta en un registro un tanto diferente pero que nos conquista de la misma forma, pues no es sino una muestra más de su talento y de su maravilloso trabajo. A la espera de lo que depararán sus andanzas los próximos días, os invitamos a disfrutar una vez más del buen hacer de una personajilla sencillamente genial, a la que solo podemos agradecer lo bueno que nos ofrece cada día.
Marta en El Secreto de Puente Viejo por fansmartatomasa
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