Semana en la que nos hubiese gustado ver más, porque mejor es imposible, a nuestra pelirroja favorita, y aunque las aguas anden un poco revueltas por La Casona y Puente Viejo, siempre es un placer disfrutar del buen hacer de Marta, sea en el registro que sea…
Y es que… al contrario que la cena de Fe, nuestra artistaza llega cada tarde con el puntito justo de expresividad, talento y trabajo bien hecho, para regalarnos escenas que por cortitas que sean siempre hacen asomar sonrisas, bien sean de alegría o de comprobar que pasito a paso nos sigue conquistando cada tarde.
Como seguro se gana a Onésimo a poco más que visite La Casona, con su desparpajo y ese salero que hace que no la cambiemos ni por “secretarias del ayuntamiento” ni absolutamente por nadie….
O… ¿acaso imagináis a cualquier otro personajillo instando a la señora a pedir las cosas con una sonrisilla con el descaro y el arte que lo hace Fe? No ¿verdad? Pues eso es lo que hace tan especial a Marta y todo lo que nos ofrece con su interpretación.
Eso, y que es capaz de transportarnos de una sensación a otra completamente distinta con una expresión, y pasar de compartir sonrisas con ella a acompañarla sacando el carácter cuando la situación lo requiere, y las “negociaciones” de la señá con Onésimo eran la ocasión perfecta para volver a ver a una Fe que no da por buena la actitud codiciosa del secretario del ayuntamiento y que es capaz de ponerle de patitas en la calle cumpliendo con sus obligaciones de doncella “honrá” :)
Pero no todas las noticias de la semana iban a ser malas, y por eso, el suceso que comunicaban a la doña por teléfono y que la llenaba de desasosiego, también nos dejaba unos momentitos de complicidad entre el hombretón y nuestra pelirroja, primero compartiendo los cotilleos del pueblo y luego intentando comprender si los anarquistas eran “mu” peligrosos…
Y puede que lo sean, pero dejaron paso a la escena más tierna de Fe en estos días…. La preocupación por un corpachón que saca lo mejor de ella, y conste que todo lo que nos ofrece es bueno, nos dejaba entrever esa sonrisa que tanto nos gusta en la cara de Marta, y la alegría y el cierto sonrojo de una pelirroja que ve con satisfacción que el hombretón sigue dispuesto a protegerla, en una historia, que ni avanza mucho, ni tampoco retrocede, pero que nos deja, como ha hecho desde el principio, grandes momentos de talento y fantástica interpretación por parte de Mario y Marta y ante las que solo podemos decir: GRACIAS.
Acabamos una semana más este rinconcito, tan breve hoy como lleno de admiración y cariño, con lo mejor que tenemos por aquí, el trabajo de Marta. Disfrutadlo!
Marta en El Secreto de Puente Viejo, capítulos... por fansmartatomasa
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