En los estrenos normalmente las cosas no salen tan bien como esperamos, pensadlo… si estrenas zapatos probablemente volverás con rozaduras, el día que estrenas cama… no pegas ojo seguro, cuando estrenas coche no hay manera de aparcarlo y ya si el estreno es al elegir pareja de baile o de vida… no sabes en el lío que te estás metiendo…. Pero también hay algo muy especial en las primeras veces, un encanto difícil de definir, que hace que quizá deberíamos elegir vivir cada día como si fuese el primero y no el último, pero… vamos a dejar de ponernos “filosóficos” por aquí y vamos a explicar a qué viene todo este rollo que estamos soltando :).
Agradecemos, aunque nuestra visita a Rydell aún se haga esperar un poco, el tener unas reporteras estupendas con la suerte de disfrutar del regreso de Grease a Madrid, que se lo pasaron de lo lindo ésta primera función, tanto que muy probablemente no será la última, y que nos sorprendieron mucho cuando a pesar de los comentarios tan gratos que llegaban del estreno y de los primeros días en Madrid, nos decían que en ese primer día hubo alguna carita algo más larga de lo habitual. Sabemos de sobra que cada vez que cualquier miembro del elenco sube al escenario es para dar lo mejor de sí, y de verdad que, cada vez que vamos a verles no esperamos la “perfección” en cada actuación, para eso ya está el cine donde las tomas se repiten las veces que sea necesario, sino disfrutar de su energía, de su talento, de su saber hacer, de sus sonrisas y en definitiva de la magia del teatro. Y eso a buen seguro es lo que ofrecieron la semana pasada y lo que nos seguirán ofreciendo en las seis que aún quedan por delante.
Dicho esto, no podemos dejar de mencionar lo que supuso para nosotros la “sorpresa” de la noche, y es que Marta estrenó en Madrid como Cha-cha. Para una servidora que desde la primera vez que vió a Adriana interpretando el papel estaba convencida de que Marta sería la Cha-cha más espectacular de Rydell es una alegría enorme recibir los comentarios que siguieron a ese estreno en Madrid.
Que lo hizo genial, es lo más suavecito que hemos escuchado de la actuación, el resto no se pueden reproducir aquí por si contienen alguna palabra malsonante pero que conste que son todos muuuuuy positivos :).
Y es que, que quienes han visto Grease más veces de las que se pueden reconocer, digan que nuestra niña es la mejor Cha-cha que ha pisado Rydell es todo un cumplido, y el justo reconocimiento al talento enorme de Marta, tanto en su faceta interpretativa como en la de bailarina, donde ya nos ha demostrado que mirar hacia otro lado no es algo que nos permita hacer mientras pisa un escenario….
Mientras escribía este rinconcito le preguntaba a una de nuestras reporteras en el estreno si se pensaría cómo definir a la Cha-cha que encontró y cito textualmente su respuesta: “No necesito pensarlo… aluciné con ella. Es la mejor Cha-cha con diferencia, la más realista. La que más se ajusta al perfil de chica “bruta” pero con una forma hipnótica de bailar”
Si, que encandila cuando baila, y “bruta”, “basta” y “de pueblo” quizá sea los calificativos que más hemos recibido, nos vamos a quedar con “de pueblo” porque si para el pan es el mejor adjetivo que se puede poner entendemos que para Cha-cha también :P. Y suponemos que se refieren a cositas como ésta (pedimos disculpas si la veis en horario infantil :) )
No sabemos si será “bruta”, “basta” o que simplemente ha venido al baile a por su Danny Zuko (que por cierto muy ciego tiene que estar para volver a buscar a Sandy después de un baile con ella) y no piensa irse sin él. Lo que si sabemos es que tiene muy claro lo que quiere y que no se va a ir sin conseguirlo… y no, nos referimos a llevarse al prota, aunque también, sino a levantarnos del asiento cada función, Madrid caerá a sus pies sin duda…
Acabamos por hoy, no sin antes recordaros que hasta el 26 de enero tenemos una cita con nuestra Marta y el elenco más maravilloso de España en el Teatro Nuevo Apolo. Esta semana la dedicamos a Cha-cha por las enormes ganas de descubrirla en este nuevo papel, pero no os olvidéis que si se enfunda la chaqueta de las Pink Ladies y se transforma en la dulce Frenchy, saldréis del teatro pensando que ni “bruta” ni “basta” sino todo lo contrario, que no se puede ser más adorable y suponemos que en esto también consiste la magia del teatro.
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