Aunque poquito a poco iremos compartiendo en nuestros rinconcitos todas y cada una de las imágenes que nos llegaron de lo que dieron de sí las semanas de Grease en el Teatro Rialto de Madrid, queríamos a modo de “despedida” (temporal en todo caso esperamos) hacer un pequeño repaso de estos días y en especial del que tuvimos la oportunidad de compartir con ellos. Nos perdonaréis si en algún momento os hablamos de una forma más personal pero los momentos tan bonitos vividos nos gustaría compartirlos con vosotros.
Nos entenderéis si os decimos que nos hubiese gustado asistir a la primera función de la Chachita más espectacular de Rydell, porque suponemos que os pasa lo mismo, que si fuese posible no os perderíais ni un solo momento de disfrutar del talento de Marta, pero ella nos faltó en el estreno de los chicos y nosotros también faltamos a la cita con sus primeros pasos en el Rialto. Por eso, cuando por fin conseguimos un día libre para poner dirección a Madrid, ya nos habían llegado distintas opiniones sobre esta nueva versión de Grease. Versiones de todo tipo dicho sea de paso, nos habían hablado del enorme talento que se encuentra sobre el escenario (el que ya conocíamos y algunos maravillosos descubrimientos de los que siempre se encuentran en Rydell) pero también habíamos leído alguna crítica a este formato, críticas con las que podemos coincidir en algún aspecto, como por ejemplo la escasa necesidad de que haya camareros andando entre el público en mitad de la función… Pero con las que discrepamos si nos hablan de la escasa implicación de parte del elenco con este proyecto en el que tanta ilusión y cariño hay puesto o con la forma en la que está diseñada este nuevo formato.
Si que es cierto que… quienes hemos visitado Rydell, sobre todo si lo hemos hecho en más de una ocasión y de las que estamos dispuestos a reconocer…, echamos en falta momentos y personas que formaban parte de Grease el Musical. Pero no desmereciendo la versión actual, sino por los grandes momentos que nos han ofrecido muchos de los chicos que han pasado por el elenco. Imposible no echar de menos a una Patty tan grande en tamaño como en talento, a Roger, a Jan, a un Sonny que nunca hizo dos funciones iguales…. Pero también lo es que, Grease en Concierto es una estupenda forma de revivir la magia de Grease a un ritmo tan ultramático como el del Greased Lightning.
Una vez dicho esto, y entrando en un terreno más personal contaré que una servidora iba mejor que bien acompañada, y para que la noche fuese perfecta también para la compañía y buscando una bonita sorpresa para Marta, decidió intentar que su compañera de fatigas por Puente Viejo (hasta que la encerraron al menos) nos acompañase. Así que ni corta ni perezosa escribí a Fariba con la firme convicción de que me diría que no tenía por costumbre ir al teatro con la primera loca que le enviaba un mail… pero para mi sorpresa accedió y nos acompañó a vivir la magia que se respira en Rydell y a disfrutar del talento que derrocha Marta a cada paso que da.
Decir que ese cuerpecillo se queda chico para el talento que tiene es obvio, pero es que más pequeñito se queda aún para lo encantadora y dulce que es, por eso desde este rinconcito dedicado a Marta y antes de centrarnos en nuestra preciosa pelirroja, queremos aprovechar para darle las gracias a Fariba, mil gracias por todo, por el cariño y el apoyo a Marta, por su buena disposición siempre y por esa cercanía y humildad que la hacen tan grande, y gracias como no, por aceptar nuestra invitación y hacer más feliz de lo que puede imaginar a una personita que visitaba Rydell por primera vez y que a buen seguro se llevó un recuerdo imborrable.
Aunque claro, llevarse un recuerdo imborrable de Grease el concierto tampoco es ardua tarea pues todo está bien predispuesto para ello, empezando por el Maestro de Ceremonias, el polifacético Joseán Moreno, que con su "melodiosa Voz", perfecta, de ídolo radiofónico de los 50, Vince Fontaine, introduce y conduce la historia de principio a fin, interaccionando con los personajes y con el público de una manera única y pionera en la historia de las representaciones de la obra. Joseán interpreta a un Teen Angel de ensueño, valorado por los propietarios de Grease como "el mejor que han visto" (El Nuestro!!); a un Entrenador Hal con un carisma cómico magnífico; y como anfitrión de lujo, Rey del Ritmo Vince Fontaine, en una electrizante fiesta fin de curso, donde demuestra sus enormes dotes de voz e interpretación.
Con estas afirmaciones sobre el maestro de ceremonias, si no habéis tenido la oportunidad de disfrutarles os estaréis preguntando cómo será entonces el resto del elenco, y la respuesta es muy sencilla: sencillamente maravilloso.
Empezando por una dulcísima protagonista rubia, que encarna a la perfección a una inocente Sandy hasta que llega el momento de la transformación, tras la que consigue que no sólo Zuko, sino todo el teatro caiga rendido a sus pies. Marta, quizá no suene a piropo pero créenos que lo es, y muy merecido además, tu eres como el buen vino y para mejorar no te han hecho falta años…
También es cierto que tiene que ayudar, y mucho, el tener un compañero a su altura, y Jorge lo está. Sin estar en las mejores condiciones físicas, nuestro Zuko canario ha encandilado al público en estas semanas en el Rialto, con una versión de Danny muy suya, más dulce y divertida de lo que se espera (quizá después de haber sufrido al personaje en sus propias carnes) ha conseguido que no solo Sandy sueñe con más noches… no de amor, sino de escuchar su voz en el teatro y de disfrutar de esa energía y talento que derrocha.
Pero si a estas alturas pensáis que sería difícil centrar la atención en alguien que no fuesen estos artistazos, os equivocáis de pleno porque arte es lo que sobra en Rydell… Arte que ya conocíamos, ese vozarrón y la capacidad de poner a todo el mundo en pie a golpe de talento y sorpresa de Albert, la versatilidad de Sheila que no nos dió la oportunidad de echar de menos a Esther aunque nos hubiese encantado verla…. Y una espectacular Eva Majón que aún nos hace preguntarnos como saca ese vozarrón tan bonito de ese cuerpecillo, y de cómo es capaz de hacer aflorar las lágrimas una y otra vez con todo lo que transmite ese “lo peor que puedo hacer”. Lo peor no lo sabemos, pero lo mejor lo tenemos clarísimo: seguir deleitándonos en cada actuación con ese talento inmenso.
Y también arte por descubrir, maravillosas incorporaciones a la versión de Grease en Concierto con Alex González-Chavarri y Luciana de Nicola. Si la dulzura ha sido una de las notas que han caracterizado a los Doody que han pasado por Rydell, Álex no le anda a la zaga, interpretando a un personaje que entran ganas de llevar a casa para que nos haga disfrutar con sus dulces acordes una y otra vez… Y Luciana, mirad que nuestra Frenchy dejó el listón muy alto, pero esta nueva y atolondrada pelirroja, con algo menos de texto también consiguió llevarse al público de calle a base de expresividad y una ternura que robó algunas de nuestras sonrisas.
Todo ello, acompañado por una espectacular banda y un maravilloso cuerpo de baile, en el que no hubo que “elegir” si quedarnos con Marta o con Cris puesto que tuvimos la enorme suerte de poder disfrutar a ambas en el escenario. Y a estas alturas os estaréis preguntando por qué no hemos hablado aún de nuestra pelirroja, la respuesta es bastante simple, la verdad es que no sabríamos muy bien ni por dónde empezar, así que lo haremos por el principio, como siempre que baila Marta, desde que la vimos aparecer entre el público y subió al escenario fue realmente difícil mirar hacia otra parte, es así, en absoluto desmerece a los chicos que son fabulosos, pero es que la luz que irradia, su elegancia y lo mucho que transmite con cada movimiento es tanto que… que siempre es un placer verla sobre las tablas del teatro.
Con ella disfrutamos de la expresividad tan bonita de la pelirroja más linda que ha pasado por Rydell, de una espectacular animadora y de una bailarina con más ritmo que el Greased Lightning. Para después caer rendidos a los pies de una espectacular Chachita, puesto que habíamos ido para eso y Marta no decepcionó, a sus pies cayó nuestro Zuko y un Rialto entregado ante el talento de Marta, su agilidad, su elegancia y todo lo que transmite a cada paso. Es tan… tan espectacular verla. Marta baila tan bonito, lo hace todo que parece tan fácil y es tan maravilloso de ver a la vez que sólo nos queda esperar que tengamos más pronto que tarde la oportunidad de volver a verla, en este Grease que nunca morirá o en otros proyectos tanto o más bonitos que estén por venir…
Aunque si nos tenemos que quedar con algo de la noche, sin duda sería con escucharla reír desde el patio de butacas. Y no, no desmerecemos el talento infinito de Marta, pero es que saber que lo que nos hace a nosotros disfrutar tanto hace que ella sea feliz es una sensación tan bonita que se quedará para siempre con nosotros. Nos quedaremos con cada una de sus sonrisas que llenaron de alegría nuestra última noche en Rydell aunque alguna lagrimilla insinuara lo contrario…
Ahora sería el momento de acabar este rinconcito por hoy, agradeciendo una vez más a nuestra pelirroja todo lo que nos regala, al subir al escenario y al bajar de él. Gracias por su paciencia infinita, por su tiempo, por su cariño, por su amabilidad y por esa sonrisa con la que siempre te recibe a pesar del cansancio y que ilumina hasta el callejón más oscuro de Madrid. Pero antes de todo eso, queremos contar una cosita, que quizá debería quedar para nosotros, pero que refleja tan bien lo mucho que Marta se hace querer, que es justo que ella lo sepa. Tras compartir unos minutitos con ella, cargados de su encanto y de lo monísima y cariñosa que es siempre a pesar de salir cansada de la función, cuando Marta marchaba encontramos unos ojitos vidriosos en Fariba, acompañados de un “Marta es tan…” entrecortado por una lagrimilla a punto de aflorar que fueron el reflejo del sentimiento tan bonito que compartimos esa noche. Todos sabemos lo tan… que es Marta, por eso la admiramos tanto, porque no se puede ser más bonita ni cuando se abre ni cuando se cierra el telón.
Por eso ahora que el de Rydell bajó por última vez y que acabamos de subir el del estudio de Manzoni, sólo nos queda decirle que aunque suponemos que tardaremos en verla sobre el escenario… Marta, siempre ha sido, es y será un placer inmenso haber coincidido en un teatro, a las puertas y en este mundo contigo. Que aunque ayer no estuvimos allí físicamente si que te acompañaremos como hemos hecho hasta ahora a cada paso hasta que tu des y siempre que tu quieras.
Y ya que nos han hablado hoy del estreno colosal del Merda, y que lo iremos contando estos días, acabamos este rinconcito con lo que más nos gusta del mundo, ver reír a Marta y que sea feliz con lo que hace. Con esta imagen del twitter de Mierda de Artista en el estreno de ayer, sólo nos queda decirle aunque suene repetitivo, mucha mierda artistas!!
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