Estos días las cosas por Puente Viejo se pusieron más serias de lo que en un principio parecían, pero nos permitieron disfrutar del enorme talento de Marta y de todo lo que es capaz de transmitir en cada escena.
El inicio de semana nos dejaba quizá la escena más cómica y desenfadada de esta semana, y nos permitía distinguir entre los personajes algo "estrambóticos" que son los Mirañar, y una doncella que hace sonreír sin grandes pretensiones....
En El Colmado la encontrábamos haciendo acopio de tila, que buena falta va a hacer para ir descubriendo los entresijos de La Casona, y discrepando con el alcalde sobre el "accidente" de don Melchor. Y también recibiendo algún "improperio" de una señá Dolores a quien esas gafas tintada no permiten apreciar lo bonitos que son esos ojitos y lo mucho que transmiten sin necesidad de "artifactos"...
Donde no están las cosas para muchas bromas es en La Casona, pero hacia allí se encaminó nuestra bonita doncella dejando el cesto perdido por el camino... O si no que nos expliquen como salió del Colmado con la tila y la cesta y llegó a casa sin ella :P
Allí hablaba con el hombretón sobre el "asisino" de don Melchor ( y que bien nos sonó eso de SU cocina, su cocina, su lugar y el montón de corazoncillos que en parte ya son suyos pa siempre también).
Y también se encargaba de atender los requerimientos de don Bosco, que buscaba a su señora esposa.... Resulta extraño que a nadie le parezca raro que la señita vuelta llena de barro cada vez que sale a pasear, o quizá nuestra pelirroja no esté tan convencida como parece a pesar de lo servicial que es siempre con sus señores...
Pero si hay algo que preocupa a la doncella más bonica de Puente Viejo es el paradero de la señita María y la pequeña Esperanza, tanto que no dudó en encomendarse a su San Antonio con ese arte tan grande que tiene, porque encomendarse a un capataz que aún no se había dado cuenta de que don Tristón, ni es don, ni Tristón, ni nada tampoco parecía la mejor de las opciones. Pero bueno, al menos ella, le dio la pista para encontrar si no a la señita, al menos a la señora con vida, por aquello de que bicho malo nunca muere o porque la señita tiene poca puntería.
Tras regresar el capataz con la señora herida, llegó el momento del arrepentimiento de Fe, pero no por ir "robando" licor a la doña, sino por la sensación de haber puesto en peligro a una de las mejores amigas que podía encontrar en Puente Viejo, así, rompía a llorar en los brazos de un hombretón poco ducho a la hora de consolarla pero que pone todo su empeño... :P
Momento de volver a emocionarnos con una pelirroja que nos hace sonreír cada vez que sonríe y que hace aflorar la lagrimilla antes incluso de rodar por sus mejillas, será que nos gusta verla feliz, aunque sea en la ficción....
La sonrisa o al menos la tranquilidad volvían a asomar a su carita al ver que la doña se repondría, porque a pesar de ser la señora como es, nuestra Fe es fiel a quien le da comer, al menos en lo que no va en contra de lo que su corazón indica como correcto. Y por eso se ponía al servicio de un doctor de lo más apuesto....
Quizá porque nuestra Fe tiene una intuición especial para reconocer a quienes como ella merecen la pena, se atrevía a pedir unas pastillitas para calmar esa desazón y congoja que no se aliviarán hasta saber a María en un lugar seguro (y esperamos que tenga la oportunidad de saberlo), y de charlar un poquito con el nuevo galeno de Puente Viejo, al menos hasta que les interrumpió una señá que si de normal tiene un humor de perros, sabiéndose atacada por su ahijada (aunque Fe no lo crea) ya ni os contamos...
Y la inquietud de si sería cierto tuvo que compartirla con una de las pocas personas de confianza que le quedan alrededor, con su hombretón, que aunque defienda a su señora hasta la saciedad también sabe que es cierto lo que dice Fe, y que la señita merece ser feliz aunque sea, muy a nuestro pesar, muy lejos.
Dispuesta a plantar cara a la doña estaba una pelirroja a la que le sobran arrestos en la misma medida que encanto y talento, cuando la interrumpió doña Emilia, que tampoco venía a elogiar las andanzas de la señora (guiño a que está de su parte nos sonó eso de ¿mi señora? o será que quizá nuestros ojitos ven en Fe a la personita más especial de quienes pasaron por allí). Y si Sandra nos sacó un olé tu como madre defendiendo a su hija, las caritas y la expresividad de Marta no se quedaron atrás en talento y buen hacer.
Tan ocupada estaba en sus preocupaciones que no se percató del regreso del señito don Bosco y señora, aunque señora para poco por La Casona, todo el día monte arriba monte abajo, pero así nos dejó el desparpajo de una doncella la mar de resalá dando explicaciones sobre lo majas que son sus compañeras de faena....
Pero si con alguien tenía que tenérselas tiesas nuestra Fe es con su señor hasta hace bien poco, con un don Fulgencio que se ve en posición de dar órdenes y menospreciar a una doncella a la que no llega ni a la altura del zapato, y a la que además le sobran arrestos y no piensa achantarse ante los desdenes de alguien a quien parecen quedarle los días contados por el lugar.
Y además tiene de su lado a un capataz que se ha dado cuenta de que su lugar está en La Casona, en nuestro salón cada tarde, y en el corazoncillo de quienes valoramos de verdad todo lo que hace Marta, su estupendo trabajo y lo mucho que nos transmite.... Pero claro, ¿cómo no caer rendidos ante la bonita sonrisa de una doncella pizpireta como pocas? Y que ante todo, pasito a paso y con todo el esfuerzo y trabajo que hay después por parte de nuestra artistaza, se ha convertido en un personaje casi imprescindible(o sin el casi) en la serie y que llena de luz las tardes de Antena 3.
Y amenaza con seguir iluminando hasta estancias más oscuras..., el final de semana nos ha dejado a un capataz algo bocas y a una bonita doncella (con una peculiar forma de pelar patatas) y con la mosca detrás de la oreja, así que en cuanto encuentre la puerta ya se encargará de que la penumbra de los pasadizos se llene de luz y de otros cinco días para disfrutar del talento de Marta.
Pero antes de todo eso, no queremos acabar por hoy sin dar la enhorabuena a una pelirroja maravillosa, por todo lo que nos regala y nos hace disfrutar a cada pasito que da por las tardes de Antena 3, gracias Marta! y sin invitaos a disfrutar una vez más de su estupenda interpretación con nuestro resumen semanal.
(c) Imágenes propiedad de Antena 3.
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