Aunque hacer sonreír con una sonrisa tan bonita como la de Marta parece seguramente tarea más fácil de lo que realmente es, emocionarnos como lo ha hecho seguro que era también un reto que ha superado con nota...
Y eso que la semana la empezábamos casi sonriendo, en casa de Mariana con el rencuentro (un tanto interesado) de las dos mozas tan apañás que han servido últimamente a la doña. El capataz ha despertado la curiosidad de nuestra pelirroja, y aunque acabe metida en un buen lío, y una mejor trama esperamos, no va a parar hasta que sepa que esconden esos pasadizos, y claro, para ello habría que saber primero por donde se entra ¿no?
Pero claro, para encontrar las cosas mejor buscar que preguntar, y en ello andaba cuando tras algún requiebro al hombretón dio por accidente con el mecanismo que abre las "espeluncas", y si la carita antes de entrar era para verla, la que tenía nuestra Fe tras salir no era para menos....¿qué habrá visto allí y cuanto tardará en contárnoslo?
Y por si no tenía bastante desazón con lo visto, la llegada del señito anunciando que la señá tenía motivos más que suficientes para no merendarse los buñuelos no hizo más que preocupar en gordo a nuestra preciosa doncella, ¿tanto esfuerzo era para la doña o el señito explicarle lo sucedido en un intento de "tranquilizarla"?
Pues se ve que si, porque tuvo que esperar a que apareciese un apuesto hombretón por la cocina para que le contase lo sucedido, mas afectado de lo que esa coraza mostraba Mauricio le contó que María había saltado con Esperanza al río y automáticamente afloraron los lagrimones a los ojitos de una Fe que quiere más de lo que se podría imaginar a la señita que llegó cuando más necesitaba compañía. Creer que la señita ha muerto dejó mucho más tocada a nuestra doncella de lo que pueda hacerlo las advertencias de un capataz con respecto a los pasadizos de La Casona...
Y mirad que la pelirroja hace cosas bien, pero mentir no... mentir no es lo suyo. Así tuvo que reconocer ante el hombretón que había entrado y que además la Mariana y su rubio conocen sus andanzas...
A interesarse por la suerte de la señita y su pitusina se fue la nuestra, allí fueron Mariana y Nicolás quienes infundieron ánimos a una pelirroja preciosa que está viviendo sus horas "más bajas" desde que llegó a Puente Viejo. Ella que hasta ahora era quien conocía la gran verdad de María, está siendo quien más sufre la "gran mentira" que llevará a María y su familia a ser felices lejos de Puente Viejo.
Por eso, tras llegar las noticias de la suspensión de la búsqueda a La Casona, y no precisamente por la rapidez del capataz, Fe andaba desconsolada, tanto que llegó a reconocer la doña la pena tan honda que sentía.
Pero si con alguien es capaz de compartir sus inquietudes Fe es con el hombretón, con él compartía sus dudas sobre la aparición de los cuerpos de la señita y su pequeña, cuando él, cada vez más cerca física y emocionalmente, le contaba su pena ante la pérdida de María, y sobretodo sus inquietudes con respecto lo que le podría pasar a ella...
Y tras desahogarse con el hombretón, se encaminó a la granja para dar consuelo a Mariana, dulce como poquitos personajes en Puente Viejo, rota ante lo sucedido se derrumbaba nuestra bonita pelirroja en brazos de su amiga, que además de consolarla abría las puertas a un final (aún velado) pero feliz para la señita.
Después de "dar consuelo" a Mariana, tocaba hacerlo en el Jaral, aunque allí una vez más fue Fe quien lo recibió, el motivo quizá sea sencillo, una doncella maravillosa que llegó hace ya casi un año al pueblo, se ha ganado por completo los corazoncitos de los puentevejeros, y de quienes les miramos cada tarde. Y ha sido sin duda gracias al maravilloso trabajo realizado por Marta... Muchas escenas nos han llegado al corazón, pero esa doncella desconsolada, pero tremendamente feliz de haber compartido su vida en Puente Viejo con María nos llegó al alma. Y no menos las palabras de una dulce confitera, que sonaron a encargo y a despedida de la señita...
Pero entre lágrima y lágrima no se olvida Fe tampoco de lo visto en los pasadizos de La Casona, tanto que casi llega a planteárselo a la señora, por suerte y porque queremos que conserve su pellejo durante mucho tiempo, menos mal que se arrepintió a tiempo.
Y marchó a consultarlo con quien bien la quiere, o mejor dicho, a preguntarle a Mariana cuando la encontró en la plaza... Tan monísima como siempre la encontrábamos en el pueblo pidiéndole ayuda a la morena para hablar con la señá Rosario.
Siendo consciente una vez más de la maldad de la doña, pero sin contar de momento todo lo que sabe o supone, casi acababa la semana de nuestra pelirroja
Y decimos casi, porque antes tuvo la oportunidad, y el coraje, de plantarse frente a la doña para anunciarle que ella estará (y nosotros la acompañaremos) donde cree que es lo correcto, apoyando a la buena gente de Puente Viejo en la "despedida" de una de las vecinas más queridas ( también por Fe).
Poquito más que añadir por hoy, porque lo que diríamos es muy muy muy sencillo. Y es que cada día conocemos un matiz de Fe, una mujer valiente, más fuerte de lo que parece, decidida, curiosa, dulce, noble, fiel a lo que es justo, sensible... que nos ha regalado una semana repleta de emociones en todos los sentidos, que nos ha hecho sonreír con su forma de ver el mundo, pero también llorar con su forma de sentirlo, y eso sin duda es gracias al buen hacer de Marta, gracias por todo lo que nos ofreces y enhorabuena por este personaje maravilloso que nos tiene el corazón robaíto por entero.
Marta en El Secreto de Puente Viejo por fansmartatomasa
(Imágenes Antena 3 y Atresplayer)
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