Si algo tiene de bueno el aumento en el número de inquilinos en La Casona, es que nos ofrece la posibilidad de disfrutar más del buen hacer de Marta. Así en una semana cortita por Puente Viejo hemos tenido tiempo de disfrutar de distintas facetas de la pelirroja que da el toque de alegría a las tardes de Antena 3.
El lunes empezaba con uno de los momentos que más gustan, nuestra Fe luciendo ese cuerpecito serrano fuera de los dominios de la señá, en este caso en El Colmado de los Mirañar, donde (aunque aparentemente las andanzas de Don Pedro en la India interesaban a nuestra doncella) saber que los trabajadores tienen “drechos” fue el verdadero descubrimiento para alguien que vive bajo el yugo de Doña Francisca….
Y atendiéndola a ella surgía la segunda oportunidad de disfrutar del estupendo trabajo de Marta, en este caso de su expresividad y la carita de enfurruñamiento que llegaba tras haberse dado cuenta de que se había ido de la lengua con la señá. Para doña Francisca descubrir que no se le había informado de la visita de Emilia, sumado a las “confianzas” que se toma su preciosa doncella fueron motivo suficiente para acabar la escena con cara de pocos amigos, mientras nosotros esbozábamos una gran sonrisa ante las ocurrencias y el salero de la moza más rebonica del lugar.
Visto que el humor de la señá invitaba poco a reivindicar “drechos”, fue el capataz el siguiente en aguantar (o mejor dicho en este caso, disfrutar) de la actitud revolucionaria de Fe. Entre vinos y risas, demostraron que no hace falta ser señoritinga para ir mu guapa siempre y que la felicidad no se encuentra humillando ni sometiendo a nadie, que puede llegar de la mano de una mirada cómplice y una sonrisa sincera….
Y como las buenas compañías mejor mantenerlas el mayor tiempo posible, no dejó solita por el pueblo a su pelirroja favorita el hombretón. Quizá lo que no esperaba era encontrar a Hipólito cacerola en mano reivindicando los derechos de los trabajadores (más que nada porque a él le hemos conocido oficios, pero verle trabajar….). La que si se desloma cada día atendiendo a la señá es Fe, y quizá por eso fue una de las más entregadas a la causa, al menos hasta que el capataz le paró los pies.
Suerte que sus pasos se encaminaron al Jaral y no a La Casona, porque allí pudimos disfrutar del reencuentro entre dos buenas amigas, de sonrisas y abrazos que nos recordaron al cariño con el que Marta te recibe al reencontrarte con ella a las puertas de un teatro, de encanto y risas, y de ternura con un lechoncito que más rebonito no puede ser, y si hay algo más rebonito que el rorro son los momentos que nos regala la pelirroja con más dulzura de Puente Viejo. Hablaba Inés de buena sombra, pero es luz lo que aporta en unas tardes en las que entre tantas maldades, intrigas y amores apasionados también hay cabida para amistades sinceras, corazones nobles y personajes que de verdad se preocupan y cuidan a quienes tienen alrededor, y eso nadie sabe hacerlo mejor que Fe ¿verdad?
Quien también se preocupa, y además de verdad, por ella, es el hombretón, aunque a veces nuestra pelirroja haga caso omiso a sus consejos y recomendaciones, por eso, y porque al contrario de lo que decía Candela, arrestos le sobran, en la misma medida que a Marta el talento, no esperó a que llegase el día “intranacional” para defender sus “drechos” ante la señá. Maravilloso momento de Marta, una muestra más de lo mucho que nos transmite a veces sin apenas decir nada, ese en el que llegaba la frustración o decepción, porque en ella no tiene cabida la tristeza, al asumir, que ella ahora mismo está bajo el mando de la doña, y que mucho más plausibles que sus drechos son las obligaciones y quehaceres del día a día….
Y por si fueran pocos acabábamos la semana con nuevas indicaciones de la señá para atender a su invitada. La carita de Fe antes las peticiones de doña Francisca no tuvo precio, ni las que le dedicó después al hombretón tampoco. Una vez asumido que debía dejar de un lado sus reivindicaciones, también es hora de que los demás asuman que Fe es mucha Fe, y que ella sabe muy bien donde es su sitio (aunque algún día le diremos que es en nuestras tardes y en nuestro corazoncito y eso quizá sí que le sorprenda).
La llegada de doña Eulalia, nos puso de manifiesto que Fe había tomado buena cuenta de las indicaciones de la señá y que estaba dispuesta a cumplirlas aunque no fuese de la forma más adecuada, y que si pensábamos que no podía haber un carácter más complicado que el de la doña el de su invitada no se queda atrás… Pero bueno, mejor para nosotros, entre tanta cara larga y gesto malhumorado, más bonita aparecerá (o al menos eso esperamos) la sonrisa y la magia de Fe.
Casi terminamos nuestro rinconcito por hoy, no sin antes recordaros que podéis disfrutar una vez más de lo que ha dado de sí la semana en nuestro recopilatorio.
Y ya que acabamos el blog de este primer domingo de mayo, no queremos hacerlo sin felicitar a quienes desempeñan el “trabajo” más duro y gratificante del mundo, a las mamás. A las que como ocurre en el caso de la de Marta, el regalo más bonito que puede hacer la vida ha sido después un regalito maravilloso para los demás, a todas aquellas que ya saben que se puede querer mucho más a alguien muy pequeñito que a uno mismo y quienes están cada vez más cerquita de descubrirlo… ¡Feliz día de la madre!
Marta en el Secreto de Puente Viejo por fansmartatomasa
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