Semana mucho más breve de lo que nos habría gustado de Fe por Puente Viejo, poco, por no decir nada, hemos visto a nuestra doncella favorita faenar por La Casona…
Pero a cambio salió a hacer unos recados por el pueblo y fue un auténtico placer verla después de tanto tiempo lejos de esa cocina que tan buenos ratos nos ha dado, y fuera de los muros de la casa de la doña. Que no nos malinterprete nadie, ¡bendita cocina! Pero ya era hora de que Marta empezase a relacionarse con otros habitantes de este pueblo tan peculiar que parece estar convirtiéndose en su hogar.
Casualidades de la vida, o no, acabó en el lugar más surrealista de todo Puente Viejo, El Colmado, allí se atrevió a llamar “sieso de individua” a la “señá” Dolores y se quedó tan ancha, pero es que nuestra Fe es mucha Fe, y con ese desparpajo que tiene tampoco se le puede tomar a mal….
Podía haber sido una conversación de lo más amena entre ambas, de no ser porque el menú de La Casona esa noche no era muy apropiado para como están las cosas últimamente por casa de los Mirañar... Así, antes de que Fe aceptase con el mismo agrado con el que entró la amable invitación a marchar a la carnicería, nos dió tiempo a comprobar que hace los cálculos tan bien como la Sílvia que encontramos en Despechados en cuanto al número de animales, pero al mencionar esa palabra “prohibida” de puertas adentro de El Colmado: TORTILLA, nos quedamos sin saber de qué teníamos que añadir la miaja junto a los sesos y las criadillas para hacerla como en ese barrio de Graná con el mismo nombre… el Sacromonte.
Bromas aparte nos encantó la escena, por muchos motivos, porque ya es hora de que Fe haga un poco de vida por el pueblo y de que Marta nos vaya ofreciendo grandes momentos junto a otros grandes actores (sin abandonar los que nos regala con Mario, Carlota o María, por favor), porque nos permitió darnos cuenta de algo, a lo que habituados a escucharles cada día, no damos el valor que realmente tiene. Y es que si algo acompaña a los enormes profesionales que “viven” en Puente Viejo son sus voces, y si tantas veces hemos hablado de la expresión corporal de Marta, de lo mucho que transmite con cada movimiento, no es menos destacable la forma de modular la voz, esa voz que tanto encanto le dió a nuestra añorada Frenchy y que va por el mismo camino de hacer adorable total a nuestra Fe. ¿Y por qué no decirlo? Nos encantó sobretodo porque tanto Maribel, como Blanca y Marta dieron la sensación de disfrutar del rodaje de la secuencia, de pasar un rato de lo más divertido y que eso traspasase la pantalla y nos hiciese esbozar una sonrisa entre los lagrimillas que otros personajes hicieron aflorar junto al río...
Vamos poniendo punto y final a esta semana tan extraña, tanto que hasta algunos secretos de Fe parece que saldrán a la luz, pero para ir descubriéndolos y disfrutar de esos momentos aún habrá que esperar. Para lo que no es necesaria ninguna espera es para volver a disfrutar de la escena de esta semana y volver a sonreír con las pelirrojas más “resalás” que conocemos. Con ellas, y con nuestra más sincera felicitación a Marta por su trabajo, nos despedimos por hoy. Feliz semana!
(c) Imágenes propiedad de Antena 3
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