Semana más breve de lo que nos hubiese gustado por Puente Viejo, que nos ha dejado con ganas de más sonrisas, de más retahílas de esas que hay que escuchar más de una vez para no perder detalle, pero con la misma satisfacción que deja cada día el trabajo bien hecho de Marta.
En estos días, nuestra doncella favorita ha estado, como siempre, de lo más atenta y servicial con todos los habitantes de La Casona, e incluso atendiendo de la forma más correcta y amable a las visitas, y si no que se lo pregunten al “señor párroco”.
Bien es cierto, que con una de las señoras en Madrid y con otra que no atraviesa precisamente su mejor momento, el servicio, incluida la nueva incorporación en forma de cochero, que así nos entendemos todos…. :P, han tenido más tiempo para compartir momentos en esa cocina que bien merecería una cámara oculta.
Así hemos podido comprobar que Fe está más que adaptada a su nueva vida en Puente Viejo, tanto, que hasta ya se encuentra en situación de dar consejos a los recién llegados, consejos de todo tipo, por cierto, porque ya nos contará esta doncella soltera y entera de dónde sacó tantos conocimientos sobre bodas….
Tan adaptada que hasta los aires de la señora se le van pegando, o será que alguien tiene que poner orden en una Casona demasiado tranquila para lo que por allí es habitual. Sea como sea, que nuestra doncella diga “algo gordo” tampoco es una gran novedad… ¿o alguien la ha visto últimamente cuidando lo que sale por ese piquito de oro?
Momentos de tranquilidad, en los que además de disfrutar del salero de Fe, que arte tiene para dar y tomar, nos permitieron comprobar que ha recibido con los brazos abiertos a su nuevo compañero de trabajo, con quien parece congeniar a la perfección, a pesar de que quizá, tener a los dos tortolitos preparando boda y regalándose todo tipo de arrumacos no debe ser la situación más agradable para una señorita preocupada porque “el Mauricio se ha llevado a todos los hombres y las ha dejado solas”… ¿o será más bien por la diana tan fácil que es el capataz dado su tamaño?
Ains, si ese rudo capataz mirase un poquito más allá de sus obligaciones, si por un momento atendiese a Fe, a cada gesto, movimiento o expresión, que transmiten tanto o más que cada retahíla que suelta por ahí… lo que descubriría probablemente le rendiría a los pies de la doncella más adorable que pudo imaginar. Pero bueno, quizá no haya que esperar tanto, porque… nos vamos de boda!! Estupenda oportunidad para que Fe se deshaga por un momento de su uniforme y Mauricio de su coraza… ¿estaremos yendo demasiado lejos o deprisa? Son las ganas de ver a Fe feliz, que a ella también le gustan las atenciones…
Pero bueno no nos adelantemos a los acontecimientos, que aunque digan que de una boda sale otra boda, son muchas las que hay pendientes por Puente Viejo ¿verdad?
A la espera de disfrutar de la siguiente, acabamos este rinconcito como siempre, con la semana de nuestra doncella favorita y con el maravilloso trabajo de Marta.
(c) Imágenes propiedad de Antena3
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